sábado, 23 de enero de 2010

LA EDUCACION

El proyecto Escuela 2.0, en el que el Gobierno se ha gastado más de 100 millones de euros, está vacío de contenido. Los alumnos tienen sus portátiles y los profesores sus pizarras digitales, pero no disponen de programas o aplicaciones propias para usar con estas nuevas herramientas. "Continentes sin contenido", critican docentes y pedagogos, quienes denuncian que la Administración ha cumplido con la dotación tecnológica, pero no en la aportación de materiales que se puedan usar con esos aparatos.
La inversión inicial de 98 millones de euros aprobada por el Consejo de Ministros para que, "a partir de ahora, las nuevas tecnologías sean parte fundamental del proceso de enseñanza y aprendizaje" se queda, de momento, en la carcasa: 93,3 millones se dedicarán al equipamiento y 4,8 a la formación del profesorado para que sepan cómo usarlo. Nada, o casi nada, de material educativo, a pesar de que en el decreto que rige la creación del proyecto Escuela 2.0, el departamento que dirige Ángel Gabilondo se compromete a "generar y facilitar el acceso a materiales digitales educativos".
La única aportación de Educación ha sido el juegoon-line Cosmolema, con el que explorar las relaciones entre las palabras, que la secretaria de Estado Eva Almunia calificó como "nuestro regalo de Navidad a los alumnos" durante la presentación del plan de digitalización. Además, el Ministerio reconoce que este juego ni siquiera forma parte del proyecto de digitalización de las aulas.
Cuando el próximo mes de abril culmine el reparto de ordenadores ultraportátiles, serán 400.000 alumnos de 5º y 6º de Primaria los que cuenten con uno, y se habrán digitalizado casi 15.000 aulas. Además, 20.000 profesores tendrán también su portátil, para acceder a las nuevas tecnologías de la enseñanza.
Docentes abandonados Los docentes interesados en apostar por las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) disponen del portal web Agrega, un contenedor de programas y experiencias digitales creado para promover su difusión.
Este "repositorio", el único recurso que aporta el departamento de Gabilondo en cuanto a materiales específicos para la enseñanza 2.0, es una web que desagrada incluso a los más empeñados en usarlo. E incluso invita a la chanza por parte de muchos creadores de contenidos, que lo consideran más propio de ingenieros informáticos que de docentes.
El acuerdo con Microsoft no prevé el desarrollo de herramientasPor el momento, sólo tres comunidades autónomas gobernadas por el PP (Madrid, Comunidad Valenciana y Murcia) se han negado a firmar el convenio de colaboración con el Ministerio de Educación, prácticamente idéntico en todos los casos, que les obliga a abonar el 50% de la financiación del plan.
En esos convenios, no se exige la creación de herramientas didácticas específicas, sino tan sólo que estas se "facilitarán" a los profesores, aunque sin especificar cuáles. Desde el Ministerio se asegura que sí "está previsto el mantenimiento y desarrollo de materiales", aunque sin detallar plazos ni compromisos. Sólo que, de hacerse, se financiarían del exiguo 5% del presupuesto dedicado también a la formación del profesorado. El ejemplo de Ceuta y Melilla ilustra el concepto metodológico escogido por Gabilondo, ya que las aulas de las ciudades autónomas son las únicas que aún dependen directamente del Gobierno central. Allí, Educación ha firmado un acuerdo con la multinacional Microsoft para que sea esta empresa la que se encargue del proyecto.
Esta compañía confirma, consultada por este periódico, que "no se ha planteado" el desarrollo de ninguna herramienta pedagógica. De este modo, se deja la verdadera digitalización de la enseñanza en manos de la iniciativa y audacia de los maestros, como sucede en otras muchas regiones de España, en las que las autonomías no hacennada por evitarlo.
El ministro Ángel Gabilondo, por un lado, dice que el proyecto "no es una mera distribución de juguetería, ordenadores y aparataje". Por otro, durante la firma de uno de los convenios autonómicos, reconocía que no está del todo armada la pata del plan referida a los contenidos y que dentro de unos meses su departamento debería sentarse con los agentes implicados para "repensar" los pasos a dar en este sentido.
"No es nuestra intención movilizar a la alta inspección del Estado"Gabilondo asume que son en su mayoría los profesores quienes están esforzándose en crear contenidos propios para estas nuevas herramientas que no sean simples adaptaciones de contenidos analógicos. Además, adelantó la necesidad de crear una comisión de seguimiento que evaluará los resultados de la inversión.
El titular de Educación defiende la autonomía de los centros para que organicen sus enseñanzas y su aplicación, pues "sería un error" que el ministerio dijera cómo se deben utilizar dichos recursos. "No es nuestra intención movilizar a la alta inspección del Estado" para que controle el correcto desarrollo del plan, sino que se ha de confiar en la "responsabilidad de la comunidad educativa", puesto que "no va a ir el ministro por las aulas controlando lo que pasa".
La experta en desarrollo de las nuevas tecnologías en el ámbito educativo Juana María Sancho Gil coincide en que la mejor receta es otorgarle autonomía tanto a los centros como, sobre todo, a los docentes para alcanzar el éxito de las nuevas metodologías. Pero desconfía de Escuela 2.0: "No va a cambiar nada por comprar un portátil. Me preocupa que nos hagan creer que con incluir un ordenador entre los materiales va a evolucionar el sistema educativo".
Cambio metodológicoSancho, catedrática del Departamento de Didáctica y Organización Educativa de la Universidad de Barcelona, considera que se ha de invertir realmente en la formación del docente en el cambio metodológico que han de traer consigo las TIC. "Hasta donde yo sé, en los seminarios de enseñanza para los profesores se les está enseñando cosas tan inapropiadas como la de crear una página web. A hacer webs que aprenda el que deba hacerlas: a los maestros hay que enseñarles a gestionar el torrente de información, las herramientas de autor, a desarrollar clases auténticamente 2.0, en las que el profesor no sea un director de orquesta".
"A hacer webs que aprenda el que deba hacerlas"Desde Educación señalan que el curso que reciben todos los profesores es "de choque", es decir, para dar a conocer lo que son las TIC y entender su uso básico. A partir de ahí, se ofrece para los más audaces la posibilidad de mejorar sus conocimientos mediante cursillos on-line y algún seminario.
FUENTE :publicoes

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